Cuentos y microcuentos
Solo para sus ojos [microcuento]
«No existe ninguna secta. Eso son tonterías de conspiranoicos» dijo el tertuliano en horario de máxima audiencia. Mientras lo decía, se tocó la ceja derecha y después el lóbulo de la oreja izquierda. Cinco personas asintieron con satisfacción desde sus casas.